Europa es un balneario envejecido. Eso sí, el establecimiento es comodísimo porque cuenta con fuerte un ejemplar Estado del bienestar: 50% del gasto social mundial para el 20% de la población. Eso sí, el Viejo continente no es competitivo en términos económicos y su inmovilista autosufiencia está quedando clara en relación al COVID-19.
Porque Europa es tercermundista en términos tecnológicos y logísticos. Ambas materias explican por qué Wuhan se pudo quedar en casa y España no. Deberíamos fijarnos en Mercadona, DIA o Carrefour, puestas de ejemplo en los últimos días, para ver lo que no hay que hacer en el mundo del comercio electrónico.
Todas ellas están en pañales en e-commerce y, aunque saquen pecho, ninguna cuenta con una plataforma logística profesional. La inversión en este ámbito es mínima y quizás Juan Roig debiera fijarse en Alibaba, que creó en 2013 la logística Cainiano (que cuenta con una "red de logística inteligente en China" y entrega cualquier producto en 24 horas en cualquier punto de China).
O en JD.com, que tiene como referencia a JD Logistics. Esta compañía cuenta con almacenes en el gigante oriental que suman 17 millones de metros cuadrados. Y han contribuido a que Wuhan pudiera quedarse en casa.
A los once millones habitantes de esta ciudad no les faltaron productos y a los Hospitales, menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario